Día 2 del EDC; múltiples descargas eléctricas a todo el cuerpo.
El despertar del gran búho de la música electrónica.
Por: Diego Abaunza
Fotos: Insomniac
Es un buen momento en México para la música elctrónica y el espectáculo. Eso se ve reflejado en la gran expectativa acumulada para el Electric Daisy Carnival. Con tintes de carnaval y un ambiente tan eléctrico que te deja los pelos de punta, el EDC se ha encargado de proporcionar un festival que contiene diferentes estilos de música electrónica para toda clase de fan.
Día 2 del EDC; múltiples descargas eléctricas a todo el cuerpo.
El búho acechaba desde el escenario más cinetéico, el Kinetic Field, donde la mayor cantidad de energía se movía, a su lado, un dragón dormido que esperaba a la noche para despertar, en este escenario se escucharon los himnos de la música electrónica, así como también homenajes a los grandes de la consola. Con actuaciones como la de DJ Snake, Snails y Yellow Claw que hicieron a todos rebotar con el beat.
También estaba el escenario-carpa Neon Garden, con una estatua de budha y su tempo detrás, que hacía que este pareciera el jardin de los deleites y la serenidad, los beats sonaban al ritmo del Om. Aquí sonaron Djs como Damian Lazarus, Jonas Rathsman, Kidnap Kid. Por la noche fue invadido por un pulpo gigante.
CircuitGrounds, en donde sonaba psy trance, se sentía el ambiente de rave, con lasers coordinados y bailes muy peculiares de liberación, una propuesta interesante pero que no llamó tanto la atención. Solo para los dispuestos a bailar sin control hasta el amanecer.
El escenario dos equis se caracterizó por mezclar sonidos típicos mexicanos, ya fueran del folclore o solo de la cultura popular, con ritmos de electrónica, una combinación que propiciaba el baile típico pero electrizante, una combinación que se escucha poco.
Boombox Artcar, una grabadora gigante que dentro tenía una cabina para dj, que sonó y circuló durante todo el festival, una idea que trata de llevar la música fuera del escenario para que haya más cercanía con la gente que se volvió nómada para seguir a la grabadora movible.
El EDC se ha vuelto religión en todo el mundo y Dj Concept será la iglesia para todos los devotos.
Por: Diego de la Vega
Para todo viajero que busque la libertad del alma a través de la música electrónica llegó la tercera edición del Electric Daisy Carnival en México. Cada vez es más notable la diversidad social y cultural de los asistentes dispuestos a exprimir al máximo sus sentidos, gracias al trabajo de la productora estadounidense Insomniac con base en Los Ángeles, EUA que opera desde 1993 y la cooperación con Ocesa.
El “KineticFIELD”, escenario principal del carnaval, estuvo caracterizado por el ya icónico Búho, importante animal simbólico de la antigüedad, gobernante de la noche y vidente de las almas, del lado izquierdo un par de dioses hacían custodia a una cascada de agua que simbolizan sabiduría y libertad, y en el lado derecho se encontraba el dragón que resguardaba una puerta cerrada representando el misterio y la protección de los secretos oscuros. Dominado por los artistas de mayor popularidad, como Yellow Claw, Dj Snake y el dúo sueco Axwell Λ Ingrosso.
Para que los espectadores hiciéramos una conexión energética con la cultura oriental nos encontramos con una gran escultura de Buda meditando en su templo sagrado, el “neonGARDEN”, poseía el ambiente con mayor misticismo dentro del EDC y los músicos a cargo de elevar a los headliners (forma en el que el festival nombra a sus asistentes) a un estado superior fueron algunos como Shiba San, Damian Lazarus, Loco Dice y Nicole Moudaber.
Este año nos trajeron un nuevo concepto en el escenario CircuitGROUNDS: el Dreamstate, una buena alternativa en el festival dedicado al trance y a todo personaje que disfrute las melodías atemporales, nos llenaron de gozo con la participación de Solarstone, Ian Bluestone, Simon Patterson, y para cubrir la inesperada cancelación de Paul Van Dyk, Markus Schulz fue destinado para hacer el gran cierre de la noche.
Así mismo, fuimos afortunados de experimentar la fiesta móvil de los festivales de Insomniac con el “Boombox ARTCAR” que en forma de una bocina gigante, tuvo un acertado lineup nacional, excelente para los que no quieren detener el baile hasta en el camino.
En el “dosequis” el talento local estaba dispuesto a conquistar a todos, con nombres interesantes de la escena nacional como Happy Colors y El Dusty.
Si no lo han hecho aún, no dejen pasar la oportunidad de vivir esta aventura apasionante que seduce tanto visual como sonoramente, juegos mecánicos, diversa pirotecnia, infinidad de luces láser y varios performances que te empujan hacia los límites de tu imaginación.