Métrika, viejo conocido de la electrónica mexicana
Miembro destacado y presencia constante de la escena electrónica mexicana, este productor musical treintañero sorprende por su madurez musical y mental.
Detrás de Métrika, un viejo conocido de la escena electrónica mexicana, se encuentra Diego Cevallos, alguien que ha madurado lo mismo como artista, que como persona. Productor musical “ en forma ” desde 1998 -aunque ya coqueteaba con la música desde antes- sabe muy bien que ha sido un camino largo, que ahora le permite vivir al 100% de su trabajo y “ vivir bien desde hace diez años ”, según nos confiesa. Como en muchos casos de éxito en nuestro país, ha sido él mismo su mayor promotor. Pero sobre todo, ha sido su capacidad de visualizar las cosas a futuro para tener un presente más estable y confortable: “ Ha sido mi búsqueda. Tengo mi estudio, hago música para películas, para comerciales, doy clases en una escuela, soy una persona activa. Tengo mi familia, mi estudio y hago un chorro de proyectos que me parecen muy interesantes y que me ayudan a cambiar el canal de la fiesta constante, que es complicado a veces ”.
Prehistoria electrónica mexicana
Con respuestas así de maduras y una visión de las cosas tan clara, pareciera que tenemos enfrente a un hombre con mucha experiencia. Sin embargo, Métrika está todavía en sus treinta, es un joven-viejo de quien nos gustaría conocer un poco más. Detalles acerca de qué lo ha llevado hasta donde está… “ Básicamente, el primer rave al que fui, en la Casa del árbol, por ahí del ’96 o ’97. Para ese momento ya había escuchado música electrónica y hacía música, pero andaba en otras cosas. Llego a esta fiesta y pienso: “ ¿Qué está pasando aquí? ”, la energía de la fiesta, el soundsystem, el DJ que estaba tocando, lo que estaba tocando, pensé: “ esto es lo que yo quiero hacer ”. Fue un suceso que me marcó. Desde ese momento en adelante de aquí soy ”. “ Otro momento que me marcó fue mi acercamiento a las máquinas. Una vez que tuve contacto con sintetizadores, con cajas de ritmos, descubrí un chingo de cosas. Para empezar, que podía hacer música sólo. Fue como abrir los ojos. Después, me empecé a clavar en la electrónica -difícil de conseguir en aquel tiempo. Entonces les bajaba a mis amigos sus viniles, CD’s, lo que fuera, y me ponía a escuchar mixtapes, fue enamoramiento máximo ”.
“Hago música porque desde chico me costó mucho trabajo comunicarme. La única manera en la que yo sentía que me podía expresar era a través de la música. Arreglé muchas cosas a través de la música. Hay quienes van al sicólogo, yo hago música”.
Asimismo, como en casi todas las historias de éxito, detrás de una mente creativa hay presencias que influyen o encienden pasiones: “ Laurent Garnier, fue uno de los primeros músicos de electrónica que empecé a escuchar muchísimo y también Plastik Man. Pero alguien que me influenció más que cualquiera: Swayzak, un dueto inglés que produce house muy profundo, no en plan deep house playero, sino en un plan muy serio, mental, clavado. En aquellos años no había tantos discos, cuando te llegaba uno lo escuchabas 400 veces y ya lo conocías hasta en tiempos. Era complicado. No había internet ”.
Herencias de una escena
Pareciera que estamos hablando de la prehistoria. Obviamente, la escena electrónica mexicana era muy diferente por aquellos años, cuando la presencia de unos tales Digi+Gabo era constante en clubes nocturnos: “ Yo no soy de la primera generación de músicos de electrónica mexicanos, soy de la segunda, diría que ha habido dos momentos muy importantes en nuestra escena: justo ahora se está viviendo uno, el otro fue del 2002 al 2006, donde hubo un boom muy fuerte en la música electrónica; en ese entonces tocaba con Gabo, era cuando crecieron bandas como Nortec o Nopal Beat: siento que está volviendo a pasar pero a un nivel mucho más grande.”
Para nadie es un secreto que la edición del festival Mutek que se celebra en nuestro país está plagada de músicos electrónicos vanguardistas, experimentales y geniales. “ Gracias a Mutek conocí a Damian Lazarus y firmé en Crosstown Rebels, gracias a ello he conocido a mis senseis ”. Es imposible resistirme a preguntarle por este inglés, referencia obligada de la escena electrónica actual. “ Conozco a melómanos y a Damian Lazarus. Pasión musical muy pesada, con ese señor puedes hablar de cumbia rebajada y de música griega. Cuando Damian toca sets largos, de 7 u 8 horas, te lleva de izquierda a derecha y no sabes qué está pasando. A eso le tengo mucho respeto, a los DJ’s o músicos que te cuentan una historia, los que te llevan a lugares que nunca imaginaste que podías ir; mezclando cosas, como cuando a un chef se le ocurre combinar ingredientes y crea una receta. La gente que se arriesga es la que me motiva ”.
Etiquetas necesarias
Tener enfrente un artista que domina el micro-sampling pero que también se caracteriza por crear atmósferas muy funky en sus shows, y que al mismo tiempo hace música para películas o produce a otros artistas, es simplemente demasiado.
Preferimos que él mismo nos defina lo que hace: “ Me cuesta mucho trabajo clasificar mi música y -fiel a mi causa- me gusta pensar que mi sonido es único, que incluye un chorro de otros géneros. Pero cuando me preguntan: “ ¿qué haces? ”, la respuesta es una mezcla entre techno y house. Ponerle etiquetas a la música, por cuestión de mercadotecnia, está bien. Lo más importante es llegarle a la gente; sé que hay puritanos que son technoheads o househeads, pero creo que el público más abierto es el que tiene más posibilidades de ganar. Hay tanta música, que igual te estás perdiendo un gran artista o productor al que decidiste no prestarle atención. Creo que etiquetar la música por una cuestión de mercadotecnia está bien, pero sin dejar a un lado el resto de la música ”.
“Hay una sobrepoblación de DJ’s, lo que considero que está muy bien. Lo que me saca de onda es que estas nuevas generaciones ignoren de dónde vino todo. Eso es desconcertante. Buscan que cien mil personas les alcen los brazos sin saber cómo comenzóBailar también cansa”
Su versatilidad es tan sobresaliente que seguimos preguntándonos cuándo un productor quiere hacer música para pensar y cuándo quiere hacer música para bailar. “Depende del momento en el que estas, el 70% de mi carrera musical la he dedicado a hacer música para bailar y el otro 30%, fue el año pasado, cuando saqué un disco que siempre había querido hacer, más profundo, más composición y más canciones. Siempre me ha gustado mucho el pop y la electrónica downtempo, entonces hice un EP así. Con la estampa de mi sonido por todos lados, pero, no es para la pista de baile”. Y aquí viene lo bueno: “Refleja un momento de mi vida, la crisis de los treinta que me pegó como a los 35. Yo también me canso del dance, me canso del 4×4. Los últimos años he hecho música para películas, clavada, ambiental. He estado produciendo a mucha gente y mezclando a otras tantas, todo depende de tu estado de ánimo y de qué quieras hacer. A mí, definitivamente, lo que más me gusta es hacer, es música para la pista de baile, pero la pista de baile está cambiando y mutando constantemente ”.
De pasadita, nos recuerda que es alguien con los pies en la Tierra (pero también en la pista de baile): “ Como productor, también voy cambiando y no necesariamente con las tendencias. Conforme creces, adquieres más conocimiento, te vuelves más serio o a veces no tanto. Jamás he lanzado un álbum como Métrika, tengo quince años con EP’s y sencillos. Decidí que voy a sacar un álbum, lo estoy haciendo y estoy muy contento. Es música para el dancefloor pero seria e inteligente ”.
Síntesis del futuro
Con el tiempo encima, nos cuenta rápidamente sus colaboraciones y proyectos a corto plazo. “Tengo un proyecto con Marco Balcazar –Balcazar–, llevamos un año con él. Siempre habíamos tenido esta mancuerna y nos juntamos. Me gusta mucho colaborar con gente, pero últimamente me pasaba que venían al estudio, o yo iba y hacía todo; eso en realidad no es una colaboración, y es un común denominador, salvo pequeñas excepciones, como con Marco. Marco es de las pocas personas con las que puedo hablar de gustos afines, y además embonamos. Fue muy rápido, tocamos juntos una vez y decidimos hacerlo, nos fuimos a Guadalajara una semana, nos encerramos en el estudio e hicimos una hora y media de música, cuando en ese tiempo normalmente hago un track ”.
Por último, cómo no pedir la opinión de cómo vé la electrónica en la próxima década: “ Siempre va de la mano con la tecnología. Gracias a la tecnología existen géneros de música electrónica. Va a ser música de la más alta fidelidad. ¿Hacia dónde yo quisiera ir y hacia dónde veo que va? Son los paisajes y los diseños sonoros, texturas y envolvimiento. Hi-fi, es lo que le sigue. La síntesis modular está cambiando el sonido de la música, salió la Roland TR-808 y sonó de determinada manera, luego la 909 y sonó así, luego Reason, Ableton, y ahora los modulares, que tienen estas vertientes sucias y ultra finas. A dónde quiera que vaya, la música va en búsqueda de la mayor calidad sonora ”.