Minimal techno, menos es más

Publicado en: | 17 julio, 2018

Reflexiones entorno al minimal

Con gran entusiasmo y pasión, en este número hemos explorado distintas vertientes de la música electrónica, muchas de ellas provenientes del país germano, o al menos desarrolladas en ese país tan fructífero en cuanto al sonido electrónico se refiere; pues bien, también deseamos hacer un recuento y análisis de dos géneros fundamentales: el minimal techno y el deep house.

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El primero tiene su casa en Alemania y el segundo en los Estados Unidos; sin embargo, es probable que sin Kraftwerk nunca hubieran surgido ninguno de estos dos géneros y desarrollado ese potencial cultural que se les reconoce. Hoy día, sin duda, son dos de las vertientes más importantes de la música electrónica, por lo menos a nivel underground, ya que nunca han estado en el aparador mundial como el EDM –tan sonado en los recientes años–, pero representan dignamente esa electrónica de manufactura excelsa.

Todos coincidimos en que el origen del minimal techno fue Detriot, pero al igual que la mayor parte de la música electrónica contemporánea, el minimal techno le debe mucho a los sonidos surgidos en Alemania, principalmente por la influencia del cuarteto de Düsseldorf; pero es importante recordar que los precursores del techno fueron Juan Atkins y Derrick May. Hasta aquí todos estamos de acuerdo, pero como buenos melómanos y responsables de nuestro papel como un medio de investigación musical, hagamos un poco de historia.

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El minimalismo
El término “ minimalismo ” fue adoptado por diversas ramas del arte como la escultura, el diseño o la pintura, pero el fundamento que sirvió de influencia en su aplicación al sonido techno, fueron los experimentos, en los años 60, de Terry Riley, Philip Glass o Steve Reich que realizaran en América; y Michael Nyman en Europa. La primera composición musical que se considera minimalista fue la obra de 1964 “ In C ”, de Terry Riley, a la que siguieron, en la década de 1970 las obras de Steve Reich y Philip Glass, este último considerado el padre de la música minimalista. La música minimalista puede sonar similar a diferentes formas de música electrónica, así como a algunas composiciones basadas en la textura; como alguna de las obras de Gyorgy Ligeti. A veces el resultado final es similar, pero el procedimiento de acercamiento no lo es.

También se le atribuye aportación al origen del minimal techno a los productores alemanes Basic Channel (Moritz von Oswald and Mark Ernestus), esto incluye la contribución e influencia de Robert Hood y otros miembros de Underground Resistance, sobre la escena techno de Berlín. Estos trazan paralelos entre las técnicas compositivas utilizadas por productores como Richie Hawtin, Wolfgang Voigt, y Surgeon; así como la del compositor minimalista estadounidense Steve Reich.

El uso de interfaces es una constante en estas producciones, un ejemplo de ello son las composiciones de La Monte Young y los patrones repetitivos de Terry Riley en su obra “ In C ”. Estas similitudes entre las formas minimalistas de música electrónica, y el minimalismo estadounidense podrían ser sólo accidentales. Por otro lado, buena parte de la tecnología utilizada en la música electrónica ha sido tradicionalmente diseñada de modo que encaje con métodos compositivos basados en loops, lo que explicaría por qué algunos elementos estilísticos del minimal techno encajan con las obras de Reich.

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Origenes
La segunda ola de productores de música electrónica asentados en Detroit a principios de los 90, traería a la palestra un nuevo concepto para realizar sus producciones. Esta vertiente sería conocida en esa década con la etiqueta minimal techno. Pero, anteriormente, una primera camada de productores de Detroit como Juan Atkins y Derrick May sentarían las bases del techno primigenio, en su estado más puro.

Allá por 1987, las influencias absorbidas por el legado Krautrock, sobretodo de Kraftwerk (que hemos citado tanto en este número de la revista), Yellow Magic Orchestra de Japón, el Hi-NRG, así como el desarrollo del Synthpop durante la década de los ‘80; se verían canalizadas en nuevas ideas que tomarían forma definitiva en el Underground de aquella ciudad. Los sintetizadores, grandes estrellas de la década, fueron aplicados al baile y a diferentes contextos desde fines de los 70 y durante los 80, pero siempre enmarcados en el formato estrofa / estribillo típico de la canción pop. El techno de Detroit rompió esa estructura de canción pop para generar ritmos repetitivos e hipnóticos, orientados a la pista de baile, plasmados en los incipientes raves clandestinos. Sin embargo, otros proyectos de música electrónica como Art of Noise, conducidos por Trevor Horn, realizaron algunas grabaciones anteriores a 1987, donde una faceta más experimental y llena de “collages” de sonidos mostraban que se podía prescindir de la canción estereotipada.

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El techno de Detroit, así como paralelamente la house music surgida en Chicago, serían el puntapié inicial de “la era de los DJ’s”, teniendo su apogeo en los 90, y en cierta forma vigente hasta nuestros días. El movimiento musical cruzaría el Atlántico, previa escala en Ibiza, para desembarcar en varias ciudades Europeas. Fundamentalmente esos sonidos tendrían su recepción más cálida y entusiasta en Manchester, donde se realizaron los primeros raves, totalmente clandestinos, éxtasis de por medio, detonando lo que los medios de comunicación dieron en llamar “ el segundo verano del amor ”.

Características
Las características esenciales hacen gala del concepto minimalista: se utilizaban recursos mínimos en la composición, sólo una repetitiva e hipnótica línea de bajo es acompañada por un “ hi hat ” espaciado, así como sintéticos golpes de batería con la adición, si acaso, de algunos pequeños motivos sonoros. Sólo lo esencial… menos es más. Tan hipnótico como aquel primer “ acid house ” de fines de los 80, el minimal techno aportó una nueva forma de producir música electrónica, donde los sentidos no encontraban distracción con efectos sonoros, ni con la parafernalia digital; sino que las sorpresas auditivas estaban asignadas por delicadas variaciones en el “ groove ” de la batería, manteniendo inalterable el hipnotismo que es una de sus esencias. Otra característica particular de este género es que muchos productores han decidido romper con la clásica estructura de 4/4 y utilizar otras rítmicas como 3/4; 7/8 o tresillos. La base rítmica del minimal comúnmente es producida a base de glitch, lo que hace sonarla como quebrada y repetitiva. El glitch es un género que se adhiere a una “ estética del fracaso ”, donde el uso deliberado de medios de audio, basados en fallas y otros artefactos sónicos, es una preocupación central.

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Describamos el minimal techno: género secundario de la música de techno, se caracteriza por un bajo desnudo, sonido entrecortado, un compás rítmico de 4/4 simple (generalmente, alrededor de 120-135 BPM), una repetición de bucles cortos y cambios sutiles.

De esa segunda ola de productores del techno Detroit, emergería a la escena una de las luminarias más importantes del género: Richie Hawtin. Nacido en el Reino Unido, pero residente la mayor parte de aquellos años entre Detroit y de nacionalidad canadiense. Hawtin constituye uno de los emblemas por excelencia del género, y con seudónimos como F.U.S.E., Concept 1, o su más conocido alter ego: Plastikman.

Desde 1993 marca el pulso del minimalismo y produce algunas de las piezas más brillantes y originales. El frente germano encabezado por Basic Channel en Berlín, también encumbraría su luminaria (estos grabarían, también, con el seudónimo Maurizio algunas piezas fundacionales del género), pero esta vez la escuela del mejor “ minimal techno ” europeo tendría su residencia en la ciudad de Colonia. Wolfgang Voigt es su nombre, y con el seudónimo Mike Ink realizaría sus primeras grabaciones a mediados de 1993. Voigt registró en las majestuosas piezas que componen Dadajack, de 1994 para el sello Profan, el A-B-C del estilo. Su más pura esencia. En el CD que compila aquellos sencillos editados en vinilo, titulado Studio 1, de 1997, está perfectamente ejemplificado, conceptualmente, el verdadero minimal techno alemán. Este álbum fue editado con otro de sus famosos seudónimos, Studio 1.

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Diferentes sellos discográficos como Plus 8, Force Inc, Traum, Shitkatapult, Trapez, Perlon, Kompakt y M_nus, se centraron casi exclusivamente en este género musical durante los primeros años de la primera década del siglo XXI; pero conforme ésta fue avanzando, se desarrolló su fusión con el electro, deep house, ambient o trance, dando origen al género “ minimal ”, que agrupa a artistas tan distintos en sonido como Minilogue, Microesfera, Swayzak, Sven Väth, Daniel Bell o Ricardo Villalobos y Paul Kalkbrenner .

En la actualidad, el minimal se caracteriza por usar la tecnología para manipular el sonido y obtener texturas abstractas, creando música a partir de sonidos, más que de melodías, armonía o acordes; aunque fragmentos muy pequeños de estos elementos pueden ser encontrados en algunas canciones.

Dentro del minimal encontramos dos estilos: el minimal tech y el minimal progre. El minimal-tech, que está comprendido entre velocidades que van desde los 118 BPM a los 124 BPM, con sonidos muy underground y atmosféricos. Minimal-progre, estilo más futurista y con toques musicales modernos, donde se aprecia notablemente la abundancia de bajos y percusiones muy agudas. Suele ir entorno a los 128 BPM. Este género se debe aprender a escuchar, debido a su falta de melodías “contagiosas” y larga duración. Es por esto que tiene un selecto número de seguidores, mientras que muchos DJ’s, suelen utilizar canciones de minimal para crear ambiente, no para otorgarle un papel protagonista.

El minimal es un concepto musical basado en la tendencia artística del minimalismo, sonidos llevados a su mínima, pero esencial expresión.

La evolución del minimal techno a principios del siglo XXI estaría marcada por su fusión con distintos recursos sonoros aplicados a su concepto. Esa idea de minimalismo poco a poco fue desvirtuándose en su esencia, quedando sólo en el recuerdo. La comunión del techno con los cálidos sonidos del house, la utilización de la tecnología digital por software, y la influencia de dos vertientes que emergieron, casi contemporáneamente al minimal –como son el IDM (Intelligent Dance Music) y el Glitch–, dieron marco a una nueva expresión creativa, que conceptualmente lejos está del minimalismo.

Los productores más importantes de la nueva era crearon una multitud de microsonidos ingeniosamente colocados sobre las sencillas bases del Minimal hasta generar una compleja mezcla sonora a la que llamaron Microhouse. Técnicamente la música dejó de sonar minimalista, las decenas de capas de entretenidos microsonidos son el fundamento del “ No minimalismo ” como concepto primario, pero, paradójicamente, el microhouse genera en el oyente la sensación de vacío e hipnotismo que aportaba aquel primer minimal techno.

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Vale aclarar que en los recientes años, el grueso de la gente suele asociar al minimal techno con el microhouse, como si se tratase de la misma cosa. Un error que se ha generalizado y que incluso, debido a las distintas influencias que se amalgamaron desde 2000 hasta nuestros días, también suele denominarse al microhouse con la simpática etiqueta: “minimal tech house” o simplemente “ minimal ”.

En nuestra siguiente edición continuaremos analizando estos sonidos, recordando grandes momentos de la escena electrónica internacional y, claro, de sus enormes creadores: músicos, productores y DJ´s que han pasado a la historia como pilares de una escena musical creativamente rica y muy fuerte hasta nuestros días.

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