Bonobo: Las bases de una infancia artística

Publicado en: | 23 septiembre, 2020

La carrera profesional de este productor y multi instrumentista inglés es un ejemplo de trascendencia.

Casi veinte años lo han llevado del home studio a los estudios de grabación profesionales, del sampler a la colaboración con músicos en vivo y del trip-hop a un sonido único y actual, que se mueve entre géneros mientras su autor encuentra la inspiración incluso en el ruido de una lavadora.

Bonobo

Sólo hace falta escuchar cualquiera de los cortes de Migration, de 2017, para darse una idea de su vasta imaginación y creatividad en términos de composición musical. Un disco densamente instrumentado y orquestado con tal profundidad, que da la impresión de haber salido de una mente musicalmente instruida y refinada. Dicha impresión no es coincidencia pues, como dicen por ahí, “infancia es vida”.

Envidia (de la buena) familiar

Simon Green, nombre real detrás del seudónimo de primate, nació en 1977 en un poblado pequeño cerca de Brighton, al sur de Inglaterra. Con una población que no llegaría ni a la décima parte de la que habita la delegación Benito Juárez, la tranquilidad del lugar debe haber sido una de las razones para que se generase una escena local de música folk. Sus padres, amantes del género, invitaban a casa frecuentemente a otros aficionados. Organizaban sesiones de improvisación, verdaderos conciertos masivos a los ojos de un Simon todavía muy pequeño para participar, pero suficientemente grande como para recordar después esos momentos y conservarlos entre sus memorias más gratas.

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Asimismo, recuerda que sus dos hermanas mayores también tenían habilidades musicales y participaban en aquellos palomazos. Qué tan buenos serían sus familiares como para que ahora admita que eran, tanto sus padres como sus hermanas, interpretes virtuosos. “Su acercamiento a la música siempre fue más académico que el mío. Eran virtuosos, pero se impresionaban cuando me sentaba al piano y encontraba una melodía de repente. Teníamos métodos diferentes y una envidia mutua”.

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Los primeros pegostes

Ya en la adolescencia, Simon cambió el piano por la batería y el folk familiar por el hardcore fraternal. Con toda la actitud destroyer noventera, formó una banda llamada Finger Charge. Ahora admite, con cierto humor, que le gustaba tocar sin camisa. Quién sabe en qué hubiera terminado todo aquel asunto de no haber sido porque decidió ingresar a una escuela de arte en Brighton. Dicha ciudad, aunque pequeña, es un centro turístico que atrae a mucha gente y que ha sido nombrada tanto la “ciudad más cool para vivir”, como “la capital no oficial” del Reino Unido. Ahí conoció los últimos destellos de la era rave y el trip-hop, que -aunque todavía tenía fuerza- comenzaba un período de reconstrucción. En aquellos años adquirió su primer sampler y empezó a jugar con loops obtenidos de discos viejos y que luego copiaba y pegaba.

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“Se abrieron otras opciones para mí. La idea de no necesitar forzosamente una banda, de hacer música por capas, yo mismo, una por una, de pronto cobró sentido” reconoce en una entrevista para XLR8R.

No pasó mucho antes de que se animara a pinchar en público y, de pasada, mostrar en público algunos de sus primeros experimentos. De hecho, fue pinchando en el club Phonic:hoop donde llamó la atención de Rob Luis, un ejecutivo del sello local Tru Toughts. Así pues, en menos de lo que dura un desfile por el orgullo LBGT en Brighton, Simon –quien para entonces ya hasta se había conseguido un seudónimo sacado de la novela Great Apes de Will Selfconsiguió quien le produjera un EP y hasta un álbum completo. En el 2000 produjo él mismo, en el sello antes mencionado, Animal Magic, un álbum que llamó la atención de propios y extraños pues a pesar de que todavía suena a trip-hop, su composición no está basada en el uso del sampler, sino en la instrumentación en vivo. Él mismo compuso e interpretó cada nota que formaba parte de su debut. En tiempos en los que Tricky promovía la idea de que no se requiere educación musical formal para ser músico, este paisano suyo demostraba que hacer música no es precisamente “enchílame estas”.

INDIO, CA - APRIL 11: Musician Bonobo performs onstage during day 1 of the 2014 Coachella Valley Music & Arts Festival at the Empire Polo Club on April 11, 2014 in Indio, California. (Photo by Jason Kempin/Getty Images for Coachella)

 

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