Portishead: Music for dummies
Su disco Dummy del año 1994 se convirtió en todo un acontecimiento cuando fue lanzado, luciendo la inquietante y oscura portada con una fotografía extraída de su cortometraje To Kill a Dead Man, que nos muestra a una Beth Gibbons sentada en actitud contemplativa y misteriosa, con un fondo azul.
No sólo fue el disco que ayudó a entender y popularizar el incipiente género conocido a partir de entonces como trip hop; sino que hasta la fecha sigue siendo citado por muchos medios especializados como uno de los mejores álbumes de la década de los 90. Más de millón y medio de copias se vendieron entre US y UK a pocas semanas de la salida de esta producción, y cortes excelsos como “Numb”, “Glorybox” o “Sour Times” trastornaron la mente de miles de personas en el mundo, que a partir de entonces colocaron a Portishead, en el correspondiente altar a una banda de culto.
Bañado de una profunda tristeza y cargado de potentes oleadas de sensualidad, Dummy llevó la propuesta creativa de la banda a un nivel tan alto, que lo más sorprendente es que a lo largo de los años y después de varios discos, logren mantener tal calidad y desenfado creativo. Igual que sus primos musicales Massive Attack o Tricky, Portishead ha desarrollado a lo largo de los años una importante aversión a la prensa y a la fama, lo que ha dificultado su relación con los fans y los medios en muchos sentidos.
Tricky
Massive Attack
Para 1997 llega Portishead, disco homónimo que muestra rincones aún más oscuros de la música de la banda con texturas casi góticas, que en tracks como “All Mine”, “Over” y “Only You” desnudan los más profundos sueños y temores que habitan la cabeza de Gibbons y Barrow.
Entre 1999 y 2005, Portishead se enfoca en varias colaboraciones con diferentes artistas y la consolidación de un proyecto en vivo, que alcanza su clímax en el disco Roseland NYC Live, que es grabado completamente en directo con la presencia del dueto acompañado de músicos de la “New York Philarmonic Orchestra”, y un ensamble excepcional de canciones interpretadas en gran formato. No sólo el álbum derivado de esta sesión, sino el DVD filmado in situ, son ya piezas icónicas del trip hop, dentro y fuera de UK.
Su última producción en estudio Third (2008), es un viaje alucinante por las emociones más intensas de la generación post milenio. En su lanzamiento, por ejemplo, Last.fm se animó a soltar el álbum al dominio público, una semana antes de su llegada a las tiendas, lo que le dio una apertura distinta a una audiencia mucho más joven que hasta entonces tenía a Portishead; más como una referencia histórica que como un grupo de vanguardia.
A partir de ahí y entre los rumores y comentarios aislados, tanto de Beth como de Geoff en distintas entrevistas, sobre la probable preparación de un nuevo disco, Portishead se ha enfocado en presentarse por el planeta en los festivales más importantes de Europa y el mundo. Pohoda Festival, Exit Festival, Rock Werchter, Paleo Festival, Roskilde Festival, The Hurricane/Southside Festivals en Alemania, el FIB (Benicassim, España), Latitude (Southwold, Suffolk, UK), y el icónico Montreux Jazz Festival (Montreux, Switzerland), junto con Coachella y Glastonbury, son sólo algunos de los escenarios en los que el grupo ha volcado su energía escénica y su deliciosa música en vivo.
El grupo ha regido su desarrollo por el principio básico de dedicarse a lo suyo, no cayendo en los juegos ególatras de la industria, y enfocándose el 100% en reinventar su sonido y su mensaje en cada nueva entrega.
Life´s going on
Así, Portishead ha encontrado los caminos correctos para llevar su estilo a todos los oídos, atrapando las neuronas de millones de personas en todo el mundo; que reconocen el valor de este grupo esencial en el desarrollo de la música de calidad, que hasta nuestros días está muy lejos de ser superada por la mar de artistas de paso, que inundan el mercado y las plataformas digitales de descarga, fundamentando su fama en la popularidad dentro del social media y la cantidad de likes, antes que en el poder de su propio talento.
La voz de Beth ha sido comparada con la de la extraordinaria jazzista Billie Holiday; la capacidad musical de Barrow, con el talento de Zappa y el sonido de Portishead, sólo se acerca al de los más grandes proyectos emergidos a lo largo del s.XX y lo que va del XXI; sin embargo, ellos no se la creen y siguen confiando únicamente en poder seguir derrumbando prejuicios, y destruyendo inercias… con el sutil toque de un sonido.